sábado, 8 de octubre de 2011

Tomate la vida como si fuera un juego. Como si cada día fuese un nivel nuevo, verás que cada vez son más difíciles, que te costará más levantarte cada mañana. Afróntalo todo con una sonrisa, así te envidiarán tus enemigos, y se alegrarán tus amigos. Crea situaciones al límite, y regalaselas a la vida. Que cada día sea diferente. Que nadie te diga como debes ser, o que escriba tu camino, toma decisiones, si te tienes que equivocar hazlo, no importa, no serás ni el pimero ni el último.

Se trataba de que me dijeras: te quiero, pero todos los días. De que me mimaras cómo la primera vez. Se trataba de que cada día me besaras como si fuera el último, que supieras cuando es el momento justo para dejarte de enfados, no reprocharme mis maneras de actuar. Se trataba de que me quisieras por como, y lo que soy. Se trataba de que afrontáramos juntos los días difíciles, el uno con el otro, juntos.